PUBLICADO ORIGINALMENTE POR JORGE EL 23/3/2015
Había exigencia en el blog de traer más bazofia empaquetada y yo, que estoy muy loco, había pensado en lo nuevo de Enrique Iglesias, porque cosas y porque tiene el título en mayúsculas, que siempre es un plus. Pero resulta que eran 17 canciones y duraba más de una hora, y loco estoy pero gilipollas no soy del todo, así que he decidido no hacerlo… hasta dentro de una semana, o así. Y entonces he tenido que tirar de clásicos. Y me he acordado de que Paulina Rubio es una persona un tanto triste.
Os pongo en antecedentes: como le contaba a Quixote a finales del mes pasado, Paulina estrenaba un nuevo single, de nombre “Mi Nuevo Vicio”. Resulta que la cosa me apareció en Twitter no porque yo la siga, sino porque la dama dorada tenía el tuit del lanzamiento del single como patrocinado. Me dio por curiosear. Al parecer, en dos días enteros, el tuit solo había conseguido 140 RTs y 237 Favs. Teniendo en cuenta que la siguen casi 10 millones de personas (9.921.131, concretamente), e imaginando, cosa que no es así, que no hubo nadie que hiciera al tiempo RT y Fav, eso significa que en dos días su nuevo single solo le importó un carajo al 0’0038% de sus seguidores. A 38 de cada millón de seguidores, si las cuentas no me fallan. Patético.
Y sí, sé que habría sido mucho más fácil sumar RTs y Favs, dividir el número entre 10 y ya tendría los mismos datos por millón, pero me da igual.
El caso es que Paulina, en su día, era conocida, y tal. Supongo que cuando las noticias todavía eran los discos que sacaba, y no sus rolletes con Colate. Y bueno, en esas que con 10 años empezó en la música, y unos cuantos bastantes después, con 35 ya, sacó su octavo disco, que fue este Ananda, que escribía en sánscrito o mierdas, y eso.
Cuando no me apetece criticar un disco se nota, porque alargo mucho las introducciones. Bueno, que pase rápido.
Todos conocemos “Ni una sola parada”. El problema que tiene es que El Reno Renardo ya ha hecho todos los chistes sobre ella que se podían hacer, y la ha convertido en suya. Es más, es una canción que podría molar fuertemente si no fuera por el hecho de que a pesar de que lo he intentado con todas mis fuerzas, sin darme cuenta he escrito en este mismo párrafo el título de la parodia, no el bueno. Joder, lo siento, Paulina, es lo que toca.
Pero bueno, habla de estrellar juguetes contra muros, su boca dise cosas, rima tiempos verbales, alarga mucho el amaneseeeeer-e-e-eeeer (eeeeeee-e-e-eeeer) y en el videoclip se disfraza de… super… golden… nacho… ¿galáctico? A saber.
Se supone que en “Nada puede cambiarme” colabora Slash, aunque yo estoy más intrigado por la manera que tiene esta señora de forzar la rima y alargar las vocales. La trama de todo esto va sobre experimentación genética y desdoblamientos de personalidad, creo. Y el “shalalalalala” es una invocación al Bel-Shamharoth. El tiempo es malo porque no regresabas, y no cuenta nada, o algo.
Ah, aquí está el solo de guitarra. Es un poco basura. Pero bueno, me preocupa más el debate que hay montado en la red porque al parecer Slash dijo en una entrevista que no recordaba haber colaborado con esta canción y tal. Triste.
EDIT 2: sigue ocurriendo lo propio 66 horas más tarde. No creo que el número sea una coincidencia. )
Los esfuerzos que tengo que hacer para entender las letras convierten esto en un suplicio. Pero en “N.O.” sí que he entendido muy bien la parte del “uuuuuuno. Dos-tres. Desídete de una ves” (no jodas, así cualquiera rima en consonante “tres” con “vez”, eso es trampa). Y no, Paulina, no quiero más. Tú no soportarás el silencio, pero nosotros sí. Créeme.
Esto no está teniendo ni puta gracia, ¿eh? Ni escucharlo, ni escribirlo ni seguramente que lo leáis. Pero la culpa es de Paulina y su obsesión con el color dorado.
La canción anterior por un motivo raro se ha cerrado con el sonido de un deportivo acelerando. Y la siguiente, "Qué me voy a quedar", comienza repitiendo la misma frase (“¿qué! me voy a quedár! de es!to?”) cosa de cinco veces, porque yo que sé. Luego es un poco bastante Mika la cosa, pero sin talento. Es un tema sobre… sobre… no sé. Como bien apunta Paulina, no estoy escuchando lo que me dice, y tal. Hay guitarras un poco a lo Soda Stereo, muy ochentero todo. Y la típica voz desde el fondo de un túnel que se va acercando, para desgracia del oyente. Y lo más divertido es que está compuesto es!to por Julieta Venegas y Coti.
¡Filtros, filtros! Y Paulina hablando por teléfono. No entiendo a qué coño viene.
No, anuncios de Spotify, no voy a sonreír. Me estáis amargando la vida con no bloquear este disco.
Venga, que “Aunque no sea conmigo” nos acerca más al final. Es MUY rara. Juega con el scratch, con algo que bien podría ser una bandurria y con un rollo como muy étnico. Y cosas de mariachis. No estoy prestando mucha atención, porque me he puesto a buscar gente tocando la bandurria y es mucho más entretenido y de calidad, y eso. Pero es divertido, con todo, escuchar a Paulina metiendo respiraciones dignas de una carrera desde Maratón hacia para acá, los cambios de ritmo acelerados y la persecución así familiar. De “si ponemos más notas nos acusan de plagio”.
Nos faltaba en el pastel Juanes, así que llega acá “No te cambio”. No sé si es un tema pop o la banda sonora de un culebrón sobre las haciendas del hermano viudo de Chabelita, pero aquí está. Va de cosas como los viajes en el tiempo, el amor, el relativismo existencial y la colección de cromos de la liga ‘06/’07. Pero la instrumentación mola, oigan.
Estoy empezando a perder la noción del tiempo, y eso es malo, porque quiero irme a dormir. La canción anterior otra vez tenía un final absurdo, tanto como el rompedor inicio de “Retrato”. Mezclar lo tradicional con electropop, como lleva intentando todo el disco, es una idea de mierda. La canción dice cosas como “no te pongas tan sentimental, /ó ó ó óóóó / ay, que lástima me da”, y luego se ríe en la cara del otro, porque le desea pero no le soporta, y pasa de su cara, o algo. El retrato debe de tener un significado vudú ritual o algo.
Y me da igual lo demás, y que el principio de “Miénteme una vez más” pudiera haber sido compuesto por Evanescence si Evanescence dieran asco. De hecho, la estructura del tema es muy del rollo del Fallen, y esto pretende (creo) ser el tema más duro y rompedor del disco. Lo que significa que está todo empastadísimo para que no se oiga nada, que hay guitarras pseudo-distorsionadas y que el piano es insufrible. Pero bueno, yo soy un mandado, así que haré caso de lo que Paulina me pide en esta canción desde el título: Paulina, tu disco es una maravilla.
Después del zambombazo de lo anterior, “Hoy” es más insulsa que el cine de Yonay Boix, a pesar de que la música quiera dar a entender que estamos en la Carnival Zone del Sonic 3. La voz está tirada hacia atrás, cosa muy acorde con el hablar de hacer sufrir. Luego se amoña y lo deja en un “no quiero verte hoy”. Guau. Qué malota, Paulina. Una adelantada a tu tiempo. #DontKillMe
Si estamos con “Lo que pensamos” en la pista 11 eso significa que en seguida acaba el horror. Antes sonó un despertador, y risas de niños, y ahora palmas y silbidos. Y un coro que me hace pensar que de pronto estamos en un disco de SJK o de Maria Isabel. Madre de dios. Esto va de alegría, energía, felicidad, sembrar ideas, aprender, puto amor moñas, risa, soltar lo que te chorree de los genitales y tal. Y por algún momento podría ser la banda sonora de Los Lunnis.
Reconozco, ojo, eso sí, el mérito de los silbiditos, y del sonido sintetizado rollo nave espacial a punto de abducir a alguien para mandarlo lejos y que no vuelva nunca. Y NO MIRO A NADIE, EH, PAULINA.
(Vale, no es por nada, pero es que ha dicho “bababiba bibibabiba” y justo después “aja aja aja aja”. Entre eso y la letra tengo una sobredosis de amaneramiento, creo)
QUE LO QUE PIENSO ES QUE ESTO PROVOCA HEMORRAGIAS INTERNAS, PAULINA, NO INSISTAS.
El rollo de “Tú y Yo” es más de lo que te esperas en un disco de lati… pues no. ¿Qué pintan las guitarras distorsionadas de nuevo entre ese ritmo discotequero y las reminiscencias étnico-tribal-orientales? El “¡Y dise!” antes de meter el estribillo, por cierto, acaba de anular todo lo bueno del disco, si algo había. Y el fragmento rap coral a lo Mini-daddy ya ni te cuento. Y las voces gritadas de fondo… ay, ay, ay. Mira, da igual. Desisto.
Hay algún dios maligno empeñado en que las cosas duren más de lo que naturalmente duran los minutos socialmente convenidos. Y por si fuera poco, ese dios dijo “¡pues que cierre la Pau con un tema de 6 minutos!”. Y aquí estamos, soportando “Sin final” y riendo como dementes ante lo duramente cierto que empieza a resultar el título. El rollo es como muy country del oeste. Los filtros en la voz han desaparecido bastante. La letra se entiende y no es repetición tras repetición (no tanto como otras… bueno, sí, pero al principio no lo parece), hay cosas bien escritas… guau. Esto se está comiendo al resto del disco, a pesar de lo reiterativo del mensaje y de los “ay ay ay ay”.
Pero por favor, ni caso a Pau, que el mañana llegue y rápido, no quiero tener que aguantar esto en un bucle eterno.
No, en serio, qué coño, que “Sin final” está bien. O sea, no es que digas “wah, la hostia”, pero comparada con el resto del disco la podía haber compuesto Mozart.
Ah, esto duraba tanto porque al final suena un gaitero de los que traen sidra y la gente aplaude de manera muy innecesaria. Tan innecesaria como las pruebas de micro que cierran el rollo.
Oh, y luego esto:
Esa carátula es tan dios que de hecho la utilizaron como trasera del album, con muy buen criterio.
Y eso, y tal, y o sea. Que Paulina, tíos.
Allez-y, mes ami!
Buenos días, y buena suerte.
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¿Tengo que escuchar esto?: ¿te va el rollo fuerte?
Si solo tuviera que escuchar una canción: “Sin final” se come a todas las demás con patatas. Pero “Ni una sola parada” y "Nada puede cambiarme" tienen un polvazo, o dos.
¿Dónde debería escuchar esto?: subido a una escalera con un traje hortera de color dorado.
Me ha gustado, ¿dónde hay más?: aquí reseñé al Bisbi. Aquí reseñé al Busta. Puedes buscar a Julieta Venegas, Coti, Juanes, Shakira (salvo los primeros trabajos, que son la hostia), Thalia y demás parentela también, y eso. Sobre todo a estas dos últimas, las broncas que montan l@s fans del trío sobre quién apesta más y quién menos son míticas.
VALORACIÓN FINAL: Levantar la tapa.
VALORACIÓN FINAL: Levantar la tapa.
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