martes, 12 de abril de 2016

Belmonte - Cachete, Pechito y Ombligo (1996)


No he encontrado información alguna de este conjunto musical, más allá de la disponible en el libreto del CD, pero tampoco hace falta ser virólogo para ver que esto es SIDA del bueno. En cualquier caso, el pequeño folleto nos ayuda a encontrar culpables:

"Gracias especiales a Jesús Pozo, Paco Martín y Mario sin ellos no hubiera sido posible este proyecto."
Mario fue lo suficientemente previsor para no dar su apellido porque estoy seguro de que es el que más culpa tiene de que esto saliera a la luz. Además, en los créditos figura, como parte de los coros, la "Niña Pastori", pero como lo pone entre comillas igual es el perro de alguno.



Impulsores del protochonismo como movimiento cultural, BelmonTe robó su francamente vistoso logotipo a lo que parece un restaurante de carretera de Albacete o quizás a una banda sueca de black metal.


En fin, estupideces aparte, iTunes me importó los títulos de las canciones al introducir el CD, lo que es un detalle que se agradece siempre.

Un acordeón latino y el tipo que está de lado en la portada (seguro que es él) gritando y partiéndose el culo nos reciben en "Rumba, pachanga", cuyo título hace de lista de todos los géneros musicales que la banda conoce. El hombre que canta, que igual es Belmonte o un oligofrénico cualquiera, berrea a nuestros oídos como si en frente tuviera a una multitud haciendo pogo. Es una mezcla entre el hijo del Fary y Robe Iniesta y el vecino en la ducha.

La estructura musical está claramente inspirada en Genesis porque no hay dos estrofas iguales. Hay una parte muy profunda que podría transcribir como "turrucá turrucá tu rumba, turrucá turrucá pachanga". Y hablando de transcribir, quédense con esta joya.

A Gemma le gusta la rumba,
a Rosa le gusta la salsa
la rumba... es tan valieeeeeeeente
...
...
...
AQUELLACHICATANABURRIDAQUENUNCABAILAPORQUENOSABE!!!!

Es una sucesión de leitmotifs maravillosa, este primer tema. Es como un musical compuesto por Carlinhos Brown y Los Chunguitos. Que vamos, para ser una mierda es muy excitante. Y el final es precioso, por cierto: guitarra y voz se quedan solas para concluir el tema, el equivalente poligonero al "nothing really matters to meeee" del "Bohemian Rhapsody".

La guitarra más MIDI que he escuchado en mi vida abre "Oh Mare", y mis lustros de educación no me han preparado para describir los primeros cuarenta segundos de la canción, pero lo intentaré: imaginaros a Nacho Cano en la playa de Copacabana con una batería electrónica Yamaha en la que solo funciona el preset 00 de muestra, y de repente llega la sección de vientos del "Club Tropicana" de Wham!. Pues algo así.

La letra debe estar como en calé o algo así porque habla de que si "esta noche me muo me llevo un chisme" y de doce frailes. Cabe destacar que cuando toca el estribillo, el libreto lo señala simplemente con la palabra "billo", que queda como mucho más andaluz.

"Pintaré" parece ser la primera canción seria del disco, y se lleva mi pulgar arriba porque es bonita. Ni siquiera las coristas que dicen "pintaréeeeeyghhh", que parece que se convierten en Goofy al final de la palabra, consiguen arruinarla. Viva Ketama.

Luego llega "Menéalo", que vuelve al flamenco latino. Una risa maniaca da paso a las trompetas de Jericó, que a su vez dan paso a una señora en éxtasis que suena como Malena Gracia con falso acento brasileño. La letra del folleto solo podría diferir más de lo que estoy escuchando si estuviera en escritura cuneiforme sumeria. La interfecta habla de "provocar a los reporteros que hablan de mí", lo cual es curioso porque la única manera de que alguien se interesara por esta señora es que se prendiera fuego... lo que por lo menos explicaría por qué no para de gemir.

Fácil como el jalajala que tu salud no puede ser frágil
hay que sacudir ese polvorín de una forma ágil
a la pulisía decirles que terminamos CASI
pero en realidad yo sigo meneando mi cuerrrrrrrrrrrpo
de manera que si me ven los hombres se queden tuertos
pues hay hombres que se creen generales y ya están muertos
y si no me crees te digo me amor que esto es bien cierto
y con mi rumbita sigo meneando

Puede que la canción vaya de necrofilia o puede que no, quién soy yo para juzgar.

"Chica buena" va de una MILF de trasero aerodinámico, como nos asegura el primer verso. El disco no se decide si quiere ser pornolatino o flamenquillo, y se queda en Azuquita. Hay como un rap que rima "vacilona" y "pechugona" así para poner en perspectiva todo.

Creo haber descubierto un patrón en todo esto, y es que las canciones compuestas únicamente por Juan Belmonte son las que tienen pinceladas de decencia, primero "Pintaré" y luego "Locura", aunque me den achaques de estrés post-traumático que me transportan a Las Suecas.

El amor es como el mar azul...

Estoy seguro de que esta es la primera vez que oís este símil, que de hecho sucedió antes que el del Cristian Castro aquel. "Olas de Cristal (Mix)" es un medley de cinco minutos y medio en el que se amalgaman temas flamencos sin ningún remordimiento. No he encontrado el original, pero el reputado DJ Larguele ha subido un remix del mix, que no por consistir en una batería reggaetonera por encima del tema normal es menos valioso. En la parte del carcelero, que de hecho me ha recordado a esta maravilla, entran unos "orchestral hits" dignos de los mismísimos Pet Shop Boys. Estoy empezando a menear las manos en plan sevillanas compulsivamente, así que igual me llevo una tendinitis de regalo.

"Cobarde" es Juan Belmonte en estado puro, pero esta vez está un poquito más juguetón. Es un diss track dirigido a un susodicho cobarde que "vende por dinero hasta a su madre". Chachi pistachi.

Por fin llegamos a la canción del título, que prometía mucha diarrea. Está basada en un discurso kantiano sobre la ética deontológica que dio lugar a su famoso imperativo categórico:

"Baila de tal modo que uses el cachete con el cachete, el pechito con el pechito, y el ombligo con el ombligo, tanto los de tu persona como los de cualquier otro, y siempre al mismo tiempo como fin y nunca simplemente como medio"
O reformulada por Belmonte:

"Si bailas cachete con cachete, pechito con pechito, y ombligo con ombligo, así yo quiero bailar contigo, bailar contigo si tiene motivo. Porque si juntamos los cachetes, juntamos los pechitos, y juntamos el ombligo, moviendo así se siente de lo lindo, bailando así se siente divertido" 
Desde Terpsícore no ha habido un ente tan importante para la disciplina de la danza como "Cachete, Pechito y Ombligo", compuesta por Carlos Muñíz. ¿Existiría King Africa sin Belmonte? Posiblemente sí, pero quién sabe.

Pese a todo, "No te pido más" ES LA JOYA DE LA CORONA. Mis sentidos se aguzaron cuando percibí que la había escrito un tal Charles Thomas Johnston, que no me parecía uno de los hermanos Belmonte. Google me informó de que era miembro fundador de los Doobie Brothers, y de repente todo comenzó a encajar.

Es una versión del "Long Train Runnin'" (canción que ya tradujo, con mayor éxito, La Unión) de extremado mal gusto, como toda esta abismal combinación de El Arrebato y Chimo Bayo lleva siendo durante media hora. Esta adaptación contiene las palabras "mueve sus caderas como se menea un flan", que definitivamente no figuraba en la original. Steve Lukather de Las Suecas interviene con un solo de guitarra para parar a un tren, no pun intended. Y al final la peña grita como los pastores y fin.

"Cara Dura" cierra el disco como una amenaza. Es una genialidad lírica que incluye versos como "matamoscas, no te comes ni una rosca", "motorista, y no vales pa' ciclista" o "está visto que eres malo y te voy a dar un palo". Ya está bien, por favor.

En fin, los hermanos Belmonte no son precisamente genios, pero el subgénero de la rumba latina pachanguera lo tienen arrinconado y a punto de rendirse. O lo tenían, hace veinte años. No he conseguido averiguar nada del resto de su carrera, lo que significa que igual el resto de sus discos son maravillosos, pero de momento, lo dudo.

VALORACIÓN: Voy a levantar la tapa en general, porque es extremadamente largo y tedioso salvo por un par de momentos aislados. Pero esto en los noventa lo petaba sin duda.

5 comentarios:

  1. Hola, soy Juan Belmonte, y aunque tu crítica me ha hecho reir bastante, recuerda que a veces los cantantes y músicos, somos un mero producto para las compañías discográficas, y te doy la razón en la mayor parte de tus comentarios..y es por eso que aun habiendo hecho muchos conciertos con mucho éxito y haber vendido muchas copias, decidimos marcharnos de ésta multinacional, ya que nos obligaron a grabar, Cachete, Rumba Pachanga, Menealo...etc...temas que no eran nuestros y una mierda...se perdió nuestra esencia mas en la onda Ketama..y grabamos un disco mas en una pequeña compañía con aire latino también y acabamos HARTOS de que ya solo nos querían para ésa rumba pachanguera latina y decidimos dejar de grabar y volver al flamenco de donde veníamos y nunca debimos irnos. Te aseguro que mas de un día peleé para no grabar esos temas..y encima hubo tres arreglistas para confundir aun mas toda ésta amalgama..el productor....ufff. Has sido bastante cruel en tu crítica, pero tienes gran parte de razón...

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    1. Es por estas cosas por lo que cada vez me gusta menos hacer este tipo de artículos. Es fácil meterse con un grupo grande, pero cuando es gente que se busca la vida como tú y es imposible conocer las circunstancias, acabo sintiéndome un poco mal. En todo caso me alegro de no haber ofendido mucho, y te deseo la mejor de las suertes.

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  2. Gracias, esto es así por desgracia, pero no te preocupes que seguimos dando caña con más flamencura y con la gente cerca del escenario..como a nosotros nos gusta. Un saludo.

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  3. juan soy tu pupilo sabia que te encontraria saludos a todos por alli que tienes mucho arte gallo

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    1. D'Arte Jose! Auténtico músico y flamenco, te quiero artista

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