PUBLICADO ORIGINALMENTE POR QUIXOTE EL 17/6/2013
Vosotros lo pedisteis. "¡Queremos bazofia", asegurabais. Y yo os escucho. Espero que tras el trauma que os voy a provocar a continuación, pidáis clemencia y supliquéis que jamás volvamos a criticar tales esperpentos como el que hoy nos ocupa.
Porque Telecinco, en su magnánima repugnancia, sacó tres, sí, TRES, "artistas" al mundo a través de su superexitazo "Los Serrano", una serie que en el fondo no estaba mal. Pero, después de que Fran Perea obnubilara al mundo con una inexpresividad digna de Kevin Costner puesto de Valium, y de que El Sueño de Morfeo acabara por ser demasiado fiel a su nombre, los ejecutivos decidieron que España necesitaba algo mucho más grande que todo eso: atraer al público juvenil.
Sin embargo, no contaban con nada que pudiera satisfacer esta artificial necesidad. A no ser que... ¿Y si juntamos al niño repelente, la niña empollona y al gordo, les metemos un chulo playa y les hacemos dar conciertos? Dado que en Telecinco la palabra "no" supone el despido inmediato, así se hizo.
Y no sé exactamente porqué, pero de alguna manera mi hermana lo compró. Igual que había hecho con toda basura muchachil que salió por aquella época, María Isabel y 3+2, verbigracia. Ahora mismo, sin embargo, reniega tanto de él que tengo el CD colgado de un bolígrafo en mi estantería. Le doy vueltas cuando me aburro, y queda fenomenal al lado de mi tocho de Watchmen.
Pero ahora debe abandonar su sitio, y hacer de mi minicadena su hogar durante un rato (espero que sea corto). Señoras y señores, aquí llega "SJK".
He empezado muy locuaz, pero creo que a medida que esto avance empezaré a quedarme sin adjetivos. El primer tema es también la única canción que la gente recuerda (cuando estamos solos y nos ponemos a cavilar, llegando a zonas remotas de la mente, donde también viven Carlos Lozano u "Homo Zapping"). "A toda mecha", el megasingle. Con un comienzo que, obviamente, vive de Gary Numan tanto como de Chimo Bayo, se nos ofrece todo de golpe. Si me diera por analizar detenidamente las letras, probablemente esto tendría la longitud de una tesis doctoral.
Nada tiene ningún sentido: en el estribillo se aumenta el tempo sin ninguna mesura, lo que hace que la vuelta a las estrofas sea aún más lamentable, debido a la inevitable frenada. Sin embargo, no puedo evitar pensar que quienes escribieron esto eran personas adultas, con sueños e ilusiones. Que espero, cada vez que escucho ese "tú no te hagas la estrecha", hayan sido cruelmente truncados.
De alguna forma, alguien pilló a Coque Malla tras una noche especialmente espléndida en términos alcohólicos y le convenció de que sí, estaría bien dar permiso a estos niñatos para versionar la que tal vez sea la canción más célebre de Los Ronaldos. Nunca ha sido un poeta, el hombre, pero aquí por lo menos la letra no da ganas de sacrificar cachorros. Este "Adiós papá", además de repetitivo, goza de un momento makinero (así, con "k") que es infame. En realidad no sé quién canta qué (excepto Teté, lógicamente), pero el tipo que se dedica a berrear "no han sido tus amigos, allí nadie quedó" (supongo que es Boliche, el maldito Boliche) merece la peor de las torturas chinas. Digamos que es Boliche porque alguien necesita pagar el pato.
Lo que tenemos con "Soy la caña", aparte del hecho de rimar "mola con bola" y de reivindicar el feminismo a base de victorias en pulsos, es el intento de Teté de parecer una chica mala, intento fallido debido a que su personaje en la serie era más bien todo lo contrario y porque la canción es una mierda, pero eso ya es aparte. La letra es minimalista a más no poder; es evidente que se inspiraron mucho en My Bloody Valentine.
En "Yo paso del amor" todo va bien, demasiado bien para todo lo que hemos escuchado anteriormente, hasta que aparece el engendro que hemos identificado con Boliche para graznar, porque eso es lo que hace: "Yo no quiero hablar de amor/yo sólo busco juerga" y Bécquer se revuelve en su tumba. Olvida el autotune, la vulgaridad, o el inexplicable estribillo a gritos: es Boliche lo que hace que esta canción sea algo que, según sus palabros, "da mazo yuyu, o yo qué sé". Y ya he confirmado que es Boliche, por que es él el que lo canta en los conciertos (o, hablando con propiedad, aquelarres). Cuando la Teté se pone a hablar lenguas, para ser respondida por los otros dos sujetos, es cuando empiezo a valorar el death growl como recurso válido o, en comparación, como obra maestra de la raza humana.
Como si hubieran sido poseidos por Ace of Base, unos Ace of Base del cutrerío, inicia "Del 1 a 10", cuyo único mérito es el de robar indiscriminadamente a los pobres suecos (pero no lo bueno, no). No tengo ni idea de qué trata esta canción, porque parece una mezcla de varias: que si uno se pega una leche con un quad, que si tienes un rayo de amor en el corazón, que si muévete... Del fragmento rap prefiero no hablar, porque me parece que fue escrito por J.J. Abrams para incluirlo en algún capítulo de "Perdidos" ("Tengo la llave y tú bailas al ritmo que te dicte yo, por que sólo yo me meto en tu mente con los números, y si tú me sigues, hoy tu cabeza explotará". En realidad hay más tartamudeo, y un imbécil que sólo hace "mmm" y "oh", pero esa es la esencia). ¿Es esto alguna especie de proyecto de lavado de cerebro, o hipnosis?
Se nota que esto es producto de mediados de los 2000, cuando la palabra "metrosexual" se utilizaba todavía. Así se llama esta canción, que tiene el mismo tecladito cansino de las cinco canciones anteriores, pero ahora le añade una especie de piano muy random (creo que lo que suena es Boliche arrojándose como un proyectil contra las teclas). Tiene cierto sonido jazz, en el sentido de que Ella Fitzgerald probablemente hubiera abandonado la música si hubiera oído esta atrocidad. ¿Créeis que estoy metiéndome mucho con Boliche? Es él el que dice que le gustan los bocatas de panceta, no yo.
Además, el entendimiento de la palabra "metrosexual" es aquí más limitado que los coeficientes intelectuales de los compositores: aquí, tal persona es un hombre al que le gusta la ópera, ve documentales y come mousse de pato (él único verso que se acerca a la verdadera definición de semejante palabra es el de Teté, pero su forma de decir "pepino" y luego rimarlo con "divino" anula cualquier tipo de validez que podría tener). Pues muy bien. Quiero que vuestro estándar de metrosexualidad ahora sea el Señor Burns.
El ritmo reggaeton era algo que se hacía de rogar, y el primer estribillo nos hace pensar que al fin nuestros queridos cantantes han contraído la gonorrea. Pero no. "Me pica" no tiene nada que ver con el hecho de que algo te pique. De hecho no tiene que ver con nada. Primero creemos que tiene que ver con mucho estudio, pero analicemos la siguiente estrofa que traigo aquí en su integridad:
Pillo que te pillo
el Señor de los Anillos
Pilla por la orilla
las faldas de esas niñas
Vaya tía, vaya hembra
La mujer de David Beckham
Los pimientos de Padrón
Unos pican y otros non
¿Qué demonios es esto? Es que... es que... Ni un puñetero pareado tiene que ver con el siguiente. Y el resto es igual, que si eres gay porque juegas a la play (nos insultan ellos primero y ahora querrán que no nos venguemos) y, mi verso preferido de la historia de la música, "aunque sea pequeño yo prefiero un caliqueño", que, según tengo entendido, es un cigarro propio de la costa valenciana que se fuma en las fiestas de los pueblos. ¿Era esta la intención desde el principio, hacer la canción perfecta para las festividades de Burjasot?
Y puestos a sobreanalizar, porque tengo vía libre, ¿por qué narices dicen: "prefiero ser Cazillas y anunciar unas natillas" en lugar de Casillas? ¿Acaso nuestro querido guardameta estaba tan avergonzado por la mención que pidió por favor que no dijeran su nombre? Lo he escuchado mil veces, más de las que me gustaría, y dicen Cazillas.
Tras los 2 minutos 39 segundos más densos de mi vida, llega "Nadie manda", que une esperaría que fuera la respuesta española al "Anarchy in the U.K.". Pues tampoco. Es como una especie de reggae rap muy modernito que, en lo que al álbum concierne, es algo así como "Eleanor Rigby". Ahora, que no me vengan con que esto de cantar lo hacen por gusto, que es mentira. Por otro lado, estoy seguro de que Macaco podría versionar este tema y nadie se daría cuenta.
Porque las canciones de amor con una profesora son inevitables, y a menudo clásicos ("Maggie May", o "Don't Stand so Close to Me"), "Mi profesora de inglés" era algo que se veía venir. Es lógicamente terrible, pero al menos tiene una estructura clara: "que malo es todo, pero que buena está la profesora de inglés". Sin embargo, después de tanto rato de sin sentido, resulta chocante encontrarnos ahora con un verso tan tergiversado como "cada vez que la veo la baba salpica mis pies". Tiene hasta una aliteración y todo.
Con el nombre de "Pienso en ti constantemente", es obvio que nos enfrentamos a algo similar a una balada. Cantada por Teté, y con un estribillo desechado por la peor de las boybands de finales de los 90, sube el nivel traído hasta el momento, pese al empeño de los compositores de usar la palabra "molar" continuamente. Ahora, no nos vengamos arriba, que el nivel está en Mordor.
Porque todo se acaba, incluso esta bazofia, "Estoy p'allá" es el colofón. Boliche nos asegura que "está en cuarto creciente", cuando sabemos que él es luna llena todo el rato. ¿O es el otro, Guille? Es pésimo, en cualquier caso. A lo mejor Boliche es el que dice que no puede poner el freno cuando se trata de comer. Tendría sentido. Lo que no lo tiene son esos coros del estribillo, que parecen obra de Fofito. La canción se crece y se crece y culmina con unas armonías obra de Brian Wilson y oh, por fin ha terminado.
Después de ser sometido a esta tortura, es el momento de buscar culpables. Telecinco. Hala, ya está, encontrados.
Hay alguna canción de la que no se encuentra vídeo en YouTube. Me fastidia que sea "Me pica", porque podría fácilmente escribir un libro sólo con ella.
No pienso aportar ninguna valoración numérica, ni un "lo mejor" (¡ja!), ni nada de eso. Os dejo en el mismo vacío en el que deja este disco al acabar: un vacío oscuro, que hace que cuestionemos los verdaderos límites del ser humano en cuanto a su maldad.
Podría acabar con esa nota alta, o mencionar la ridícula cantidad de finlandeses y serbios que aparecen por YouTube cantando alabanzas al disco. Una de dos.
VALORACIÓN: Levantar la tapa
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