sábado, 26 de marzo de 2016

ONCE - Las canciones del verano 2004 (2004)


La ONCE, así en general, hace cosas buenas para la sociedad. Coloca a traductores de signos en el congreso, subtitula las películas de Cine de Barrio y pone rampas en los colegios, o por lo menos eso me han contado. Así que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la Organización Nacional de Ciegos Españoles (que no quedaba claro con lo de Nacional, a ver a qué nación nos íbamos a referir) es un adalid de la lucha por los derechos y la igualdad.

Como parte de esta batalla por hacer un mundo más accesible para todos, realizaron un disco en 2004 orientado a que todos los seres humanos del país, no importa su raza, credo o orientación sexual, se pusieran de acuerdo. Un disco tan horroroso que parase los conflictos y que nos hiciera luchar todos juntos contra tal abominación. Un poco como Ozymandias en Watchmen.

El resultado no sólo fue un verdadero éxito si no que más de una década después los chopitos han sido erradicados de los bares españoles y sustituidos por los chipirones, una medida polémica al principio a la que todos estamos acostumbrados a estas alturas.

En fín, estupideces aparte, lo cierto es que las canciones que todos (¿todos?) conocemos de este disco por haber sido repetidas hasta la saciedad en anuncios varios no son ni siquiera del año 2004, si no del 2003, y figuran como BONUS TRACKS. Por lo tanto, este disco es un intento de sacar beneficio de una corta e irritante moda que ya tenía un año cuando salió al mercado, así que antes de escucharlo siquiera puedo afirmar que esto es bazofia. Es el momento de darle al play y ver qué tenemos...




...

Bien, pues han pasado 27 segundos y lo he tenido que parar. Nuestra primera tonada tiene el misterioso nombre de "Sombrilla" (todos los temas tienen un título de una palabra, que es muy grunge). La producción es lo-fi por no decir que son dos borrachos que no han visto un estudio de grabación en su vida, o eso es lo que el ruido de fondo implica. Pero no dejéis que el sonido guarrete os engañe: esto es una obra de amor. Las armonías vocales son dignas de Simon & Garfunkel, o del equivalente cordobés de éstos.

Dura poco más de un minuto, pero hay tantas cosas que decir. Nuestros dos protagonistas, que aún no sé si permanecerán durante todo el álbum o se irán de romería pronto, son dos andaluces que no saben cantar, que ya de por sí es un logro. Uno de ellos se dedica a pegar voces sin ningún tipo de aprecio por la vida humana, y el otro tiene un rango vocal de aproximadamente tres notas que ni siquiera están juntas. En cuanto a las letras...

Y es que con una sombrilla
lo importante es bien clavarla
que si viene un viento fuerte
la sombrilla acaba en Parla.

Ante tal lírica es difícil resistirse. Lo que está claro es que todo este disco se grabó en una hora como mucho. Llevo un minuto de disco y tengo ganas de quemar sillas de ruedas.

"Atasco" tiene un ritmo de Casio o, quizás, Yamaha. Este tema sí fue célebre, y no gracias a que el cantante, que suena como Fernando Esteso en estado de embriaguez, sepa seguir el ritmo o lo que es un ritmo siquiera. El va a su bola porque puede y porque quiere. "Pipiripipi, qué fenomenal, pipripipi, atasco en la nacional". De cantar en tono ni hablamos. 

Hablando en serio, esto es lo peor que he oído en mi vida con una diferencia abismal.

Como intento de llegar al público anglosajón, "Guiris" se abre con un par de ídems preguntando por un hospital. El tema intenta que pensemos que un verdadero guiri diría algo así como "güer is de jóspital", sin duda por culpa de una sobredosis de rebujitos. La canción es algo así como las Azúcar Moreno meet Las Bistecs meet la Masacre de Nankín.

"Vaquilla" sigue con el buen gusto. Hay dos o tres voces, probablemente pertenecientes a la misma persona, y ninguna hace lo mismo. Un poco Fleet Foxes versión Grand Prix. Este tema tiene moraleja: básicamente que no te dejes que la vaquilla te meta una cornada en el orificio anal, la cual obviamente comparto.

Supongo que el objetivo de la campaña publicitaria, por llamarla de alguna manera, era el de coger a gente al azar, ciudadanos Marca España de los que van de público a El Hormiguero, y grabar temas tontos de un minutillo para echar unas risas y recaudar para los discapacitados, Un propósito muy noble, obviamente. Pero desconfío. Aquí nada está dejado al azar. Todo está medido para sonar lo peor posible, para estar lo más lejos de lo potable, para dañar tus tímpanos. Nadie sabe cantar. Nadie sabe hacer nada.

"Enamorada", por decir algo, es la mejor canción de momento. Escúchala con cascos o van a reventar tu juego de cristalería, eso sí. Es semipegadiza, la letra de algún modo no apesta, y tiene cierto encanto en plan Monja Enana. De hecho no descartaría que fuera obra suya.

Obviamente, no hay disco mierda sin rap, y aquí el rap se llama "Centollo". No creo que haga falta decir nada más. La sigue "Ensaladilla", por que es verano ya, cuernos. Tiene versos dignos de admirar:

Estaba con mis amigas
comiendo en el chiringuito,
la ensaladilla amarilla
nos dejó dentro un bichito.
No sé si será una ameba
o algún estafilococo
o alguna bacteria rara
que me está comiendo el coco.

Estafilococo. En serio.

Estafilococo.

...

ESTAFILOCOCO.

Gracias a Las Chonchis.

Algo ha hecho crack en mi cabeza ahora mismo y no sé como proseguir. Ay Maribel, Maribel. El primer ser humano que parece que puede cantar en tono por lo menos la tercera parte de las veces aparece en "Coche". Es un caballero frustrado en su matrimonio que necesita instruir a su mujer sobre la ciencia de meter cosas en un maletero, lo cual no termino de entender.

El último tema que entra dentro del canon es "Bailador", que apenas es una palabra. Nuestro protagonista es un latin lover de ojos negros con todo el cuerpo musculao. Es como un karaoke de Chayanne y es muy bizarro.

Las bonus tracks son "Cremita" ("tu me das cremita, yo te doy cremita") que es obviamente un doble sentido muy mal disimulado, "Medusa" ("me pica la pierna, me pica el ombligo, me pica la cabeza, quiero estar contigo"), que es obviamente otro doble sentido muy mal disimulado, y por supuesto el clásico "Tapas" que es la única canción que merece la pena, en el fondo. La única que me ha hecho sonreír, por lo menos.

"Y ENSALADILLA DE CONFIANZAAAAAAAAAAAAAAAAAA".

VALORACIÓN: A la hoguera con ello. Levantemos la tapa y dejemos que los recuerdos de aquel verano se vayan por el sumidero. El disco íntegro aquí, cuarto de hora de terror.

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