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euro. Miento. 33 céntimos (.33, período puro). Eso me costó esta… cosa. Como
contaba Quixote el otro día, pues ofertón en La Metralleta en discos basura. Y
la cosa fue como sigue, asín citando libremente: “llevas ya varios en español.
Ahora toca en inglés. Mira, este está en inglés y en español. Mira, versiona a
Queen. Lo compro”.
Lorena.
Reseñando
a no recuerdo quién dije hace tiempo, tanto en Rockrítico como por aquí, que
hubo una época en que Operación Triunfo le importaba a la gente. Esa época
pasó, aunque la historia es importante en esta reseña. El caso es que 2006 ya
no era esa época: por eso, si os digo Lorena, que fue la tipa que al parecer
ganó aquel año, no es como si os digo El Busta, El Bisbi, o la Rosa de mis
amores. En este caso, y con razón, os la trae al pairo. Bueno, y en los otros también, espero, pero de manera distinta.
Y
digo con razón porque el disco debut… En fin. Fue Risto Mejide el primero en
cantarle las cuarenta a esta joven por haber realizado un debut casi
íntegramente a base de versiones. La chiquilla se defendía diciendo que poco
tiempo para grabar un disco de material propio decente… Vale, mira, acepto la
excusa. Lo que no acepto es que el material ajeno lo conviertas en puta basura.
Y es que convertir “Land of a thousand dances” en un bostezo de tres minutos
tiene musho arte, olé tu coño.
Que
vamos a ver. El problema no es que tenga mala voz, que no la tiene. No es que
cante mal, porque a ratos la cosa está bien. Es que la versión aporta cero, da
vergüenza ajena (con esos “hey, are you ready??!!” intentando levantar al
público, con ese intento de desgarrar una poquita la voz para parecer dura) y…
Que aburre, coño. Everybody se queda en el couch sleeping con esto. Los coros
brillan diciendo nanana. Tootsie Malúsi. Del inglés hablaremos más tarde. ¿Y
esa guitarra qué?
“Sin Medida” la perpetró Alejandro Abad, que es básicamente Satán, sobre todo desde
que me he enterado de que fue el artífice detrás de OT. Va de una tía que se lo
monta to ciclá por ahí, mintiendo y desfasando y esas cosas, y que al final
acaba sola, o algo. Está en español, y estoy deseando que vuelva el inglés
inventado. Ha rimado irónico con místico por algún motivo.
Espera,
que acabo de ver que debajo de donde va el CD hay un mensajito pa mandar
eseméses y descargarte las canciones. Qué grande todo.
Bueno,
señor Abad, que queremos que vuelva a su velero.
La
tercera pista es “Man! I Feel Like a Woman”, y sigue siendo una versión muy
petardo, pero asín como más rockera en plan Blondie, y con coros muy del 2007
que ya hemos superado, y con… Buah, mira, da igual. Siguiente.
Salto
mucho por encima porque hasta ahora todo era basura. PERO. Empezamos con las
joyas. “Angels” (la calidad es mierda, pero no hay otra). Sí. La de Robbie Williams. Y… Eh… Partimos de la base de que
la música es un rollo etéreo que podría ser sintonía de cualquier teleserie
cutre de después de comer. Ni chicha ni limoná. Lorena hace “hmmmpfh” como si
estuviera… No me voy a poner escatológico. Pero esto no sube cuando tiene que
subir. No crece. No… No… No quiero seguir en este mundo. Joder, que lo canté yo
en un karaoke hace dos semanas. Peor, sí, pero con más sentimiento. Como si me
importara la vida, o algo.
An
daun de güaterfoooooooooooooool….
Me
parece muy irónico que después de este destrozo de inicio de disco (y lo que
queda) haya un tema llamado “Música” dedicado a… los conguitos. Que no, que es
coña. A la música. Es evidente, joder. Y cómo no, se disfraza de balada
románticopornosa (“lléname de ti, hazme sentir viva / quiero despertar contigo
cada día / es cuando dices vida mía y me enamoras”... y así). La
instrumentación es basura también, no os creáis. No sé quién compone esto, pero
suena como los tiempos más tristes de Mägo de Oz tocados por Mocedades. No se encuentra en YouTube, y casi que mejor.
“Otro amor vendrá” tiene varios problemas. Concretamente, 265, que son los segundos
que dura. Eh una versión que también goza de plenitud de “hmmmmpfhts”
orgásmicos, a los que se añade un ritmo tecnodiscotequero to chutao. Suena un
poco a aquello de “soooooy yoooo, la que sigue aquíiii, sooooy yoooo…”. O igual
no. Pero me apetecía citar esa canción. A todo esto, ¿las camelias qué tal?
¿Siguen bien? Me alegro yo.
A
ver. La joya de la corona. "BOHEMIAN RHAPSODY". Si os digo que dura 2:15… ¿qué?
¿Y si añado que se agradece que dure tan poco, de lo puto sacrílega que es?
Quixote improvisó aquella tarde una versión en español infinitamente mejor que
esto, que tiene un pianito que parece juguete infantil y ritmos de prostíbulo
de Estepona, y donde Lorena se inventa el inglés de una manera que… A ver: “Gudbai
evribodi, AIF GON TU GO, GOTTA LEAVE YOU ALL BEJAIN AND FEIS DE ZRUUUU”. Y así.
Y empeora. Lloro. Sangre. Desde las cejas. Repite la letra porque sí.
Básicamente, ha cantado la parte del piano de Freddie entre el coro inicial y
los Galileos, ha añadido un trozo del final y se ha ciscado en los muertos y la
memoria del pobre difunto. Casi añoramos a Axl Rose, joder. Casi.
(Abro paréntesis: estoy viendo el vídeo de la versión en directo Y LA TÍA TIENE LA LETRA DELANTE. QUÉ BROMA ES ESTA)
Pero,
eh, que si os creíais que no podía empeorar… “Y lloré” es también una versión.
De un grupo de Madagascar, o las estepas de Mongolia, o por allí cerca. Un grupo llamado Aerosmith. Porque convertir “Crying” en “Y
lloré contra mi almohada / las caricias malgastadas / fuiste un cobarte frente
a mí”, pues le pone el coño a dar palmas a esta chica, o algo. La
instrumentación sigue siendo basura y la adaptación de la letra es nefasta…
pero al menos pone un mínimo de interés en la interpretación. De hecho,
probablemente sea la más intensa en lo que llevamos de disco, que no es decir
mucho, pero bueno.
Y
que no pare la fiesta, porque “Mi corazón continuará” es una versión igual de
libre de “My Heart Will Go On”. Que ya sé que está feo hacer humor negro de la
tragedia, pero si yo fuera el Titanic también me hundiría tras escuchar esto. Y
esperaría que las almas a las que arrastro al abismo me lo agradezcan. Asín a
voces. A voces como las que da Lorena, que pasa de alargar las sílabas un par
de segundos a hacerlo cinco o seis, con ritmillo caribeño absurdo de fondo.
“Túuuuuuuuuuuuu, yoooooooooooooooooooooooo,
eeeeteeeeeeeeeeeeeeeerrrnaaaaaaaaaaaaaaa pasiooooooooooooooon. / Siempreeee
habráaaaaaaaaa laesperaaaaaaaaaaaaanzaaaaaaaaaaa, amooooooooor. /
Siiiiiieeeeeeeeeeeeeeeeee? por doooooooondeeee tueeeeeeeesteeeeeees. / Yoo te
lleeevoenelaaaaaaaaaalmaaaaa… Mi aaaaalma teeeeeee seeeeeeeeeeeeguiiiiiraáaaaaaaaaa”.
Toma ya.
Esto
es muy “Pasión de Gavilanes” con icebergs, que conste.
Que a todo esto, ya la había versionado, en "inglés", en OT. Y no sé cuál de las dos venganzas es peor.
Paro
un momento para acogerme a alguna enmienda de la Constitución. La que sea.
Porque… A ver, Lorena, que no te hemos hecho nada. No entiendo tu afán de
vengarte. No entiendo por qué coges una balada preciosa como es “Still Loving
You” y haces que parezca compuesta por Damien Marley puesto de… De… Es que no
se me ocurren ni chistes. Estoy saturado. Por qué mierda esto suena reggae. Por
qué es lo más osado e interesante que has hecho en todo el trabajo, aunque sea un
sacrilegio. Por qué qué. POR QUÉ LA VIDA, MALDITA SEA.
Ya
estoy perdiendo la cabeza. Os odio, pandas.
No,
ahora en serio. Estoy puto enganchado a la locura que es la bazofia de antes.
Ganaría más si no fuera eterna. Aunque lo peor de la canción, con diferencia, es que no exista en Internet. No sabéis lo que os estáis perdiendo. Ya la subiré yo, tranquilos.
“Born To Be Alive” me parece un coñazo. Así sin más. Igual que “Mírala, míralo”. El
cierre flaquea mucho en los dos últimos temas, tras el subidón anterior. Es muy
funky de los 70, eso sí. De hecho, daría el pego. Igual por eso me da tanta
pereza, porque reírte no te ríes mucho. Salvo con el momento en que se pone
sensual (como en la portada trasera del disco. Muy pornosensual todo).
"Píntame como a una de tus chicas francesas, Jack." (Sí, me he molestado en hacer una foto de esto. Sí, era necesario.) |
Y
nada, que “Mírala, míralo” haría llorar a Bruce Springsteen. Es una canción de
amor. Paso de darle más vueltas.
Ojo,
que hay agradecimientos en el disco. Un tochazo que te pasas. Incluyendo a una
tal “Xulah”. Esto solo podría ser más choni si apareciera María Isabel… Espera…
… … No, falsa alarma, no aparece.
En
cada canción ha puesto un trocito de ella, dice. De su alma espero que no,
viendo lo muy al pairo que le traía todo a la hora de interpretar. Qué
esperpento de cosa de algo.
Me
voy de la vida.
Mira,
un pasaporte español.
Allez-y,
mes ami!
Buenos días, y buena suerte.
VALORACIÓN: Lo siento, pero levantamos la
tapa. De Operación Triunfo han salido intérpretes con un rango vocal y una
capacidad de canto mucho más limitadas que esta chica, e incluso tiene apuestas
interesantes… pero en general el disco no vale ni para reírse. Aburre a las
cabras y las versiones son, en general, bastante sacrílegas. A pastar, Lorena.
P.D: bucead aquí y disfrutad.
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