martes, 26 de abril de 2016

Levantar la Tapa: Hall of Fame 2015

Este artículo fue publicado el 19 de Junio de 2015 por moi, Quixote, y se nos olvidó trasladarlo aquí cuando creamos este blog. Así que queda cerrado el Hall of Fame de Rockrítico y se abre inmediatamente después el de Levantar la Tapa. Estos son sus diez primeros miembros.
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Sé que muchos (¿todos?) de vosotros no venís a los streamings, cosa que entiendo porque hay que tener muchas ganas, pero os estáis perdiendo algunas joyas. Estos eventos han pasado de ser dominicales a "cuando nos apetezca", y la calidad de la música ha estado en continuo declive durante meses. El otro día nos juntamos el número récord de 4 personas en la sala, y yo aproveché para realizar encuestas sobre aquellos artistas únicos e irrepetibles que merecen un hueco en nuestro salón de la fama, aquí inaugurado. Esta tarea sirvió para seleccionar a diez de ellos, que resultaron pocos pues muchos grandes nombres perdieron la oportunidad de unirse a nuestras filas.

Sin mayor dilación, me dispongo a hacer públicos esos nombres. Si tenéis sugerencias para las nominaciones del año que viene, tendremos los ojos abiertos.


1. David Civera



(Superó a: David Bustamante y Chenoa)

Poco se puede decir de David Civera que no se haya dicho. Proporcionó canciones del verano como churros en la edad de oro de éstas, participó en Eurovisión y, como todo artista que se precie, ha desaparecido completamente de la faz de la tierra (supongo que aparecerá regularmente en el programa de los niños de Juan y Medio, que es lo que hacen todas las viejas glorias).

"Dile que la quiero", cantaba él, con júbilo. "Que la detengan", imploraba con un meneo de caderas que nos hizo suplicar clemencia. "Bye, bye, mi picolísima dama", eh... musitaba, o algo. Le perdonaremos, pues no sabía lo que hacía. Méritos más que suficientes para ganarse una plaza en nuestro salón.

2. ElAdri


(Superó a: Yuri y Sonia Monroy)

ElAdri es el rapero del pueblo, yyyyy naaada máaas. Es como un callejero músico de jazz que se apoderó de los yutubes con sus versos, fluidos como disparos de metralleta. Como artista polivalente y genial, canta los estribillos con un saber hacer y un buen gusto encomiables. 

Es un poeta, y un life coach. Lecciones de la vida que se consume, como el mejor perfume. No hay prisa para celebrar tu última misa. Equilibra tu balanza y brinda una alianza, hombre ya, que el mejor guerrero no es el que triunfa siempre, si no el que vuelve sin miedo a la batalla. Lo mejor que le ha pasado a la ciudad de Valencia desde Santiago Calatrava.

3. Almodóvar y McNamara



(Superó a: Tito MC (!!!) y La Monja Enana)

Esta pareja de dos conquistó nuestros corazones con sus cantos arabescos en "Gran Ganga". Estandartes de lo kitsch y lo hortera sin tapujos, Jorge nos introdujo a su música, o más bien a su filosofía de vida, en un viejo artículo. A partir de entonces, ese tema se convirtió en nuestro santo y seña, algo que jamás sería superado.

Fanny y Pedro han tenido siempre un lugar muy especial en nuestros corazones, lo que explica que prevalecieran contra el gran Tito de Sevilla City y los reyes del electroñoñipop y amigos personales del blog, La Monja Enana. Una de boquerones por allí y calamares por allá, por favor.

4. David Bisbal



(Superó a: Álex Ubago y Chayanne)

Lloraré...

Lloraré...

Lloraré...

¡LLORARÉ LAS PENAS!

El rubiales almeriense es disfrutado de manera genuina e irónica a partes iguales. Pero por favor, dígale usted a cualquiera si es capaz de resistirse a bailar desenfrenadamente alguna de las canciones del triunfito más querido de España, y le dirá que no. Cuentan que en la tregua de Navidad de 1914, los ejércitos alemán y británico hicieron un alto el fuego para menear el cucu con el "Corazón latino". Yo me lo creo.

Bromas de mal gusto sobre la Gran Guerra aparte, nuestro Jorge ve inevitable el contoneo de sus caderas cada vez que suena el "Ave María", ¿y quién le culpa? David Bisbal es fiesta asegurada, damas y caballeros.

5. Matt Mulholland



(Superó a: Daler Mehndi y David Hasselhoff)

Matt Mulholland es la nueva e inesperada incorporación a la plantilla, pero ha entrado como una exhalación a golpe de flauta. Mulholland es como Harvey Dent, en más de un sentido, porque tiene dos caras, y porque está aquí gracias a Batman. Su talento es inconmensurable, cosa que también podemos decir (y hemos dicho) del resto de los mencionados, pero en este caso no estamos mintiendo. Solo hace falta echar un ojo a su versión del "Uptown Funk" para darse cuenta.

¿Pero está aquí por eso? ¿O está aquí por su exuberante y casi obscena apropiación del ya de por sí vergonzoso "My Heart Will Go On", en forma de blitzkrieg auditivo de viento madera? No lo sé, y prefiero no saberlo, pero estoy orgulloso de su presencia.

6. Farina



(Superó a: Benni e Israel Lanuza)

No hay nadie que represente mejor el espíritu de este Hall of Fame, o del sueño americano en un sentido más amplio, que Farina. Del completo anonimato (al menos en lo que a nosotros respecta) pasó a ser la artista cuyo tema era garantía de éxito en el streaming. Algo así como el Tito pero en one hit wonder. Me refiero a "Mis ojos lloran por ti", beibi. Que por cierto, es una versión, pero a quién le importa.

Descubierta por una fantástica serendipia allá en nuestros tiempos de Grooveshark (R.I.P.), no ha cesado de ser una favorita de los fans, que decidieron votar por ella en lugar de otros grandes talentos. ¡Arriba Farina!

7. Delfín Quishpe



(Superó a: Rebecca Black y Rakel Winchester)

Es posible que yo sea el fan número uno de Delfín hasta el fin. Entre Camela y él inspiraron una película que, francamente, no recuerdo de que iba, pero había un montón de muertos y en la que también aparecía Charles Bronson. Dejando mi alocada juventud aparte, lo cierto es que el cowboy ecuatoriano merecía estar presente en esta lista.

Tras llegar a sus corazones con su emotiva y francamente ofensiva crónica sobre el derrumbe de las Torres Gemelas, se juntó con la Tigresa del Oriente y Wendy Sulca en lo que parecía un all-star de la depravación para cantar alabanzas sobre la tierra prometida de Israel. Qué bonito es Tel-Aviv. Años después, el pasito de Delfín sigue triunfando en los guateques y su estampa sigue grabada en nuestras retinas.

8. María Isabel



(Superó a: SJK y CoraLuna)

Nuestra Shirley Temple era una elección segura, aunque sus competidores eran increíblemente sólidos. Sin embargo, su consistente discografia y un amor renacido por su largometraje Ángeles, S.A., confirmaron su presencia en el Hall of Fame, gracias a Dios.

Ya he comunicado elocuentemente mi opinión sobre María Isabel con anterioridad, pero me reitero: una superestrella de la canción cuya carrera terminó demasiado deprisa por culpa de la pubertad. Al menos creo que eso dije. Rumores sobre su vuelta a los escenarios han sobrevolado las redes durante mucho tiempo, y por mi parte mantengo los dedos cruzados. Con qué propósito, lo dejo a vuestra libre interpretación.

9. Don Cheto



(Superó a: Azúcar Moreno y Ríos de Gloria)

Don Cheto se ha ganatis un puesto aquí desde el minuto uno. Su aversión a las pieles tatuadas y su desternillante manera de expresarse nos llegaron muy hondo. Cheto es un reconocido locutor de radio latina allá por las Américas, algo así como Carlos Alsina si éste se estuviera quejando constantemente de los cholos, sean quienes sean esos.

Sus hits nunca pararon de llegar, ya fueran versiones de éxitos recientes o confesiones de un progenitor preocupado por la precocidad de su primogénita (olé). Hacetis un favor y escuchad a este hombri, no más, guandajones.

10. Dr. Bombay



(Superó a: Flos Mariae y El Payo Juan Manuel)

La de Dr. Bombay es una historia de superación sin parangón. Nacido en los estamentos más bajos del sistema de castas indio, en una casa cochambrosa llena de vacas y más hojas en su árbol genealógico que À la recherche du temps perdu (no es un artículo mío si no hago referencia al menos una vez al modernismo francés), consiguió abrirse camino al estrellato gracias al trabajo duro y al hecho de ser en realidad un gachó sueco llamado Jonny Jakobsen.

Si olvidamos este pequeño detalle y nos concentramos en su admirable trayectoria (que incluye un doctorado, según indica su nombre), podemos encontrarnos con joyas del calibre de "S.O.S" o "Dr. Boom Bombay", que ya comentó Jorge en su día. No hay mejor forma de cerrar este decálogo de lo esencial que él. Como dijo Pedro Pablo Rubens, muchas gracias.

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