miércoles, 8 de junio de 2016

Azul Azul – El corte de la banana (1995)


Decía Viriato que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y yo poderoso no soy, pero como sufrido trabajador y cojefe sin salario concebido de este blog tengo la responsabilidad de traeros mucha mierda. Había escrito “consebido”, y el corrector me ha sugerido “conllevar” más arriba. Esto es tan nefrítico que ya no sé ni procesar la parla española.

Chanzas sin gracia aparte, hoy estamos ante un caso especial. Cuando creamos este blog debatimos al respecto de que, aunque mayormente todo fuera basura, también criticaríamos cosas que tenían aspecto de serlo, pero que en realidad escondían joyas de la música, grandes composiciones, buenas letras, o al menos un trasfondo interesante: Azul Azul y este álbum que os traigo, son, precisamente, uno de esos casos, y probablemente uno de los mejores discos compuestos en Latinoamérica a lo largo de la década de los 90.




Y. UN. COJÓN. DE. PATO. VIUDO.

A los primeros quince segundos de disco ya he dicho “paradlo, por favor”  (como si tuviera a alguien que no fuera yo dándole al play. Mi aburguesamiento me pierde). Me gustaría que me viérais reseñar esto, porque tiene que ser la risa padre. “yeo yeo (singing)” (ellos lo ponen en minúscula, y yo a la rasa respeto) tiene una letra muy difícil de seguir, que dice algo así como “yéo! yéo! yéyé é á! (singin!)” durante un par de millones de veces a lo largo de la canción, por si no había quedado claro el complicado mensaje. Luego, Fabio Rodolfo Zambrana M. (lo de Rodolfo lo añado yo para que tenga más feelin el singin, pero no me extrañaría que se llamara así de verdad) canta cosas en inglés a ritmo de ríguí. No digo qué cosas, porque solo entiendo “ai güana jol tu yu”, “lísen tu güarailaiktusei”, “DON’T GO AWAY”, y un “ai sei yeah” premonitorio de Café con Lou. A mí esto me suena a violación asín con alegría. Llamadme paranoico, pero no habéis escuchado el resto de machistadas del disco. Oh, y hay un pasaje que parece cantado por SEBAHTIANH, el cangrejo de La Sirenita.

El chico con huesos anchos de la derecha tiene cara de ser SEBAHTIANH.
“mamá no quiero comer más huevo” va de… A ver. Es evidente. ¿Recordáis aquel “Bonito” de Cruz y Raya riéndose de Jarabe de Palo? Pues esto es igual. De verdad. Idéntico. Estrofeo lento, cerrado con un mítico “el mejor alimento es el huevo, / los chicos se engordan comiendo huevo, / las chicas se engordan comiendo huevo, / las chicas tienen que cuidarse”, y un estribillo más rápido, muy de La Pegatina que insiste “qué huevada, qué huevada, ay, qué huevada”. Me extraña que esto solo dure 2 minutos, porque con la gran cantidad de folios que habrá gastado esta gente desarrollando su enorme complejidad lírica Tata Golosa te hace media docena de discos. Y Cristina Pedroche un vestido de Nochevieja.

Y resulta que “la cosa” es… Creo que voy a dejar de hablar de la música, que viene a ser siempre esa mezcla cutre entre latin pop, caribeñeo mix y viva la droga en Jamaica. A las “letras”. No sé si deciros de qué va esto… Bueno, dejaré que lo adivinéis vosotros mismos. ¿Listos? Ahí va:

“Cuando yo nasí, mi mamita lloraba,
porque se dio cuenta que algo me colgaba:
oiga, doctor, aquí algo anda mal,
mire esa cosa no parece normal.
Oiga, señora, no se ponga nerviosa,
que todos los chicos tienen esa cosa

¿Demasiado sutil? Sigamos:

Todo, todo crese, y yo fui creciendo,
y mi problema se iba manteniendo,
pero yo creo que estoy empeorando
porque esta cosa se me ha ido alargando.
Yo pensé que mi problema se acabaría
cuando escuché que mi mamita desía:
oiga, mi hijo, no siga sufriendo,
porque esa cosa ya no seguirá creciendo”

El drama crece y crece. Cuando nuestro cándido protagonista va a una fiesta se topa con una moza con la que baila, y entonces…

mientras bailábamos yo la miraba,
y ella se meneaba, y ella se meneaba,
yo la abrasaba y tanto me gustaba
que comenté a sentir una chénsasión* muy rara”

(*Os juro que pronuncia algo parecido a eso).

Bueno, el tema sigue describiendo cómo ella se sonríe, y le explica lo que sus padres, o Pablito y Virginia, debieron enseñarle hace años, y que esa cosa se le irá arrugando, y tal, así que tiene que aprovecharla antes de que no haya fiesta en la vida y sus pantalones, o algo. Intercalando frases en inglés porque sí (“y cuando se arruga, la cosa go down / (la cosa go down, la cosa go down)”. Aprovechad mientras la cosa dura, dicen. Vámonos de botellón.

Voy a parar aquí a terminarme el café y a ver una serie un rato, que me duele la cabeza de tanto desentrañar estas paradojas sobre la existencia humana. Luego sigo con la reseña. Os cuento mi vida, que sé que os interesa.

Total, que el rato de serie y café se ha convertido en dos días de asueto, para que os hagáis a una idea de las ganas que tenía de seguir con esto. Vosotros lo estáis leyendo así de corrido, pero yo he tenido mucho tiempo de madurar mi opinión (¡je, madurar, buen ejemplo, como Maduro!) y me he dado cuenta de que el hecho de que la madre de nuestro protagonista en el tema anterior desconociera lo que era un pene implica, probablemente, que es virgen y sin pecado consebida, fecundada por el Ehpíritu Santoh, yo te canto. Eso nos deja dos opciones: o Fabio Rodolfo es nuehtro señó Jesucrihto, o es Darth Vader. En cualquier caso, imaginadle en una discoteca perreando a una moza con una erección por debajo de la capa-túnica. De nada por joder vuestra infancia y/o fe.

Soy un Señor del Mal, y tengo la verdad absoluta. Adoradme o sufrBLOQUEADO.

Creíais que eso era lo peor del disco, pero no. “el corte de la banana”, entre cosas que no se entienden, deja cosas mu claras: “si tu mujer etá enojá, etá echa una fiera, / esconde loh cuchillos, lá navaja, la tijera” y “ay, no corteh la banana, no corteh la banana, no corteh la banana, que la voy a necesitar”. Es gracioso, porque esos coros alegres y eroticofestivos propios de un tema de King África podrían llevar a confusión entre la machistada rollo Pimpinela que esto es, o un más glorioso machetazo al machote. Pero no por ello mola esta canción, no.

Quiero que dejéis de comer, si lo estáis haciendo. Por favor. Hacedme caso. Parad toda actividad que pueda llevar a desastre ante el asco y la risa. Y leed esto.

la banana, la banana
vamos a charlar sobre la banana,
la banana, la banana,
hay bananas de todos los sabores ,
hay de toda forma, tamaño y colores,
la banana, la banana
amarilla, negra, blanca y rosada
la banana, la banana
la banana recta, banana curva
la banana, la banana
la banana blanda, banana dura
la banana, la banana
la banana chica pero sabrosa
la banana, la banana
la banana blanca pero ¿¿¿¿¿?????
lo importante no es el tamaño
la banana, la banana
lo importante es el SABOOORRRRRRR

O sea, yo he leído esto y me ha dado vergüenza ajena. ¿Cómo se puede ser tan burdo e infantil? De verdad… Que no tenemos ocho años. No sé a quién le puede parecer gracioso esto de meter la lista de la compra en una canción.

Pensad que eso que acabáis de leer lo cantaba esta gente en 2010. Sí, son ellos.

En fin, que Leonardo Dantés cierra el momento sexista anterior para dar paso a otro ligeramente menos sutil (no sea que los eufemismos nos despisten demasiado): “cuando mi novia se va me siento bien” nos cuenta, con alegre ritmo discotequero, los problemas de Fabio Rodolfo con su amada. ¿Es un golfo y tiene una amante secreta? ¿Su novia le trata mal? ¿No se soportan? Para nada, es todo mucho más prosaico: ella habla. Es el gran problema de la relación, que “esa boca no se calla; / cuando ella empieza a hablar, / yo me quiero suisidar”. Así tal cual. Eso y que con gorro de dormir y máscara de crema no le hace crecer “esa cosa” a FR. Pero él la quiere mucho, y quiere que esté ahí con él. Pero se siente bien cuando no está. Pero quiere que esté, porque sin ella está jodido. Y tras el momento bipolar entran unas guitarras desaforadas a lo loco que ni Steve Vai, y fin.

Preparados, listos, ¡“wayo wayo”! Wayo wayo (wayo wayo), wayo wayoo, (wayo, wayoo). Papa, papa, paooooo, bow. Papa, papa, paoooooo, bow. Papa, papa, paoooooo, bow. Papa, papa, paooooooooo, bow. Fain, fain, ai fil so fain güen am in de sansain. Aim m workin so jar, Aim wosin my car, Aim in the sunshine, getting so jat. I’m looking for lof, I’m looking for llu, I’m looking for fan under the san, sunshine, sunshine, I like to be in the sunshine. REPEAT OVER MIL. Hay un ritmo asín como de “Bajo el maaaaar” o del himno merengue del PP. Y ya tenemos una de las canciones más largas del disco.

Y aunque no lo parezca, “demasiado amor para una canción” es lo más original en lo que va de disco. O sea, al menos en lo que se refiere a que no se parece a los otros seis temas. No deja de ser un refrito de todas esas baladas de rock duro a lo Scorpions hecho por un grupo de habla hihpana. Una mezcla entre Rata Blanca, Kraken, Mägo de Oz, el Ekhymosis baladero de Juanes y Bon Jovi. El solo de guitarra innecesario que no falte. No, en serio, a Kraken y a Bon Jovi me recuerda mucho. Como Fabio nadie nos ha amado, que dice eso de “el cielo será un lugar / donde nuestro amor continuara, / nunca más nos diremos adiós”. Daos prisa en reservar sitio en el infierno, que esos versos van a hacer que tenga superpoblación.

Fabio Rodolfo os hama. Y a sí mismo, al parecer, que es el único que tiene
una sección propia en la web oficial del grupo. Porque su poll... Su cosa, quiero decir.

Fijaos si lo de antes da tuberculosita pambisita que me quedo con “ole ole ole (sábado)”, que desde que empieza parece el himno de los ultras de cualquier equipo de balompié. Con todo, es esa una impresión engañosa: esto es un dramón sobre alguien que ha fracasado en los estudios, que no tiene nada porque no tiene coche (“se jodió”) ni novia (“me cagó”), y que no tiene plata ni dinero. Que es un despojo social, vamos. Los versos referidos a la novia son gloria (“me dejaste abandonado, ¡qué huevada!”, “mi novia me dijo ya no te quiero, / se fue con otro que era mai fríen”), y reitero que esto es un dramón de telenovela que te pasas, pero Fabio Rodolfo nos canta a ritmo de Tequila y por momentos me pienso que Alejo Stivel nos va a pedir a todos que saltemos con él, y así no me puedo tomar esto en serio.

O sea, que lo de antes es, ahora sí, la mejor canción del disco, desde un punto de vista no irónico. Os digo que eso ha salido de la Movida madrileña y reinauguráis el Rockola para bailarlo, os lo aseguro yo. Travestidos, si hace falta.

La música de “azulejo”, por el contrario, es terrible. Es una instrumental que básicamente viene a perpetrar todos los crímenes anteriores en uno. Lo tiene todo: batería machacona y poco original, golpes guitarreros que se van acelerando en los momentos en que no hay apenas instrumentación y… meh. Next!

A ver, “zamba reggae”. A ver cuál es tu puto problema. Esta sí tiene letra, a lo largo de sus 3:39 que la convierten en el tema más largo del disco. Una letra construida con (os juro que no me lo invento) un total de 12 palabras, incluyendo artículos y conectores, en distintas combinaciones para dar lugar a 18 versos. Os los copiaría, pero creo que no hace falta. Los términos en cuestión son: “zamba”, “reggae”, “digo”, “buena”, “la”, “es”, “para”, “bailar”, “gosar”, “esa”, “brasileira”, “yo”. Arrejuntad palabras al azar, poned música como del carnaval de Rio, llamad a Carlinhos Brown para que ponga acento de yoquesédonde, y aquí tenéis el hitaso del verano.

¡Hay olor a asufre, hay olor a asufre! ¡ES FABIO RODOLFO, ES FABIO RODOLFO! Esa enajenación mental no-transitoria nos indica que hemos llegado a “griten”, último temasón calentito de este… ¿he llamado a esto “trabajo” en algún momento? He mentido, aquí no ha currado nadie. Es evidente. Bueno, total, que esto vuelve a mezclar inglés y español en un intento de rap que sería el sueño húmedo de Vanilla Ice. Hay pretensiones de levantar a un público inexistente (“He, e, e, e, eh, / He, e, e, a, ah. /Shubudu, da, du, du, da, da, / Shubudu, da, du, du, da, da”), guiños atemporales y anacrónicos a Enrique Iglesias (“Bailandoooo”) y reminiscencias instrumentales de los dos temas anteriores. Y ya yo puedo parar. A Kropotkin gracias.

Oh, y no he puesto enlaces, porque en YouTube hay poca de esta mandanga. Pero Fabio Rodolfo la tiene COMPLETITA EN SU WES.

No me volváis a pedir que pase por algo así, por favor.

Allez-y, mes ami!


Buenos días, y buena suerte.

VALORACIÓN: Una clarísima y rotunda tapa levantada. Ojalá pudiéramos tirar de todos los retretes del mundo a la vez para enterrar esto. Es cutre, es casposo, es machista, tiene un “humor” que no haría reír a nadie con más de 8 años, y que no debería escuchar nadie en general, independientemente de la edad. Cada vez que crees que han tocado fondo con la vergüenza y el patetismo se superan. Y la mitad de las veces hasta la risa se convierte en sufrimiento de lo repetitivo que resulta todo. Uno de los peores discos que haya escuchado jamás, sin la menor de las dudas. Y mira que me he enfrentado a auténtica mierda.

EDIT DE IMPORTANCIA VITAL: Acabo de descubrir que Azul Azul fueron los autores originales de "La bomba", esa que luego tanto popularizó King Africa. Lo juro por Maradona. Tolocomequedo, premoh.

En el nombre del Maligno, qué me cuentas, tete.

1 comentario:

  1. Hay peores mierdas que este disco OZ aseguro a mil que si.... por lejos exagerado tu analisis muy exagerado y mas sale tu lado xenofobico que tu analsis como tal asi de simple.... 🤭

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