lunes, 19 de septiembre de 2016

Bond - Classified (2004)


Este disco es un curioso ejemplo de publicidad engañosa. Viendo esta portada, uno podría esperar una especie de plagio poligonero de las Spice Girls. Esa manera en la que el pliegue del vestido cubre las partes pudendas de la señorita de la izquierda sugiere cierta desfachatez. Pero, si miramos algo más fijamente, podemos ver un violín. Un violín muy abyecto, pero un violín al fin y al cabo. El título, Classified, confirma nuestras sospechas: es un disco de música clásica readaptada al público de discoteca.


Ahora que ya sabemos que el disco es completamente innecesario, pasemos al contenido. El CD tiene un fuerte color rosa chicle, como no podría ser de otra manera. Por lo que he leído, muchas de sus canciones son adaptaciones de obras clásicas, y creo que "Explosive" en particular lo es de la maravillosa sintonía de X-Men. Es absurdamente épico prog metal, que obviamente no es lo que esperaba, así que vamos por partes. Me molestan ligeramente los sintetizadores, excesivamente artificiales en el staccato, o algo. No sé lo que es el staccato, la verdad, pero si cuela pues mejor. Desde luego, si algo puede decirse de este tema, es que el título le viene al pelo: es una explosión de intensidad y sabor a fruta que podría encajar en la batalla final de un anime sobre robots gigantes luchando por el control del universo. Que a ver por que iban a luchar unos robots gigantes si no. ¿Y 13 millones de visitas en el vídeo de la canción? Menuda ganga de Teherán he encontrado.

Hablando de Teherán, "Scorchio" suena marcadamente arabesco, y es claramente una versión de algo, lo que no se sabe es de qué. No lo sabe ni el que subió el vídeo. Con "Midnight Garden" nos adentramos en el terreno de lo conocido: "El Lago de los Cisnes" versión distópico-sensual. Hay griterío, gemidos y un poco de banda sonora japonesa del Silent Hill. Un locurote.

El disco es sorprendentemente divertido y muy fácil de disfrutar: de hecho me gustaría estar jugando al Final Fantasy mientras lo escucho en lugar de estar escribiendo esta estupidez. Y eso que detesto el Final Fantasy. El caso es que es imposible oirlo y no superponer unos créditos de inicio de un videojuego o un anime en tu cabeza. Todas las canciones se prestan a ello. Incluso el asedio al omnipresente Canon de Pachelbel de "Lullaby". La producción es tan envolvente y opulenta que casi se olvida uno de que en realidad están retocando bastante poco la fuente. En este caso añaden un loop de batería ibicenco chill-out y a una especie de pseudosoprano de fondo a lo que era la obra, excepto por la parte central del tema que sirve como puente entre dos interpretaciones exactamente iguales, pero como está ahí pues te das menos cuenta.

Ostras, "Samba", qué golpe en el alma. Como su nombre indica es una adaptación de la famosa "Samba de Janeiro", que a su vez adapta a Airto Moreira, y que yo asocio con Los Pitufos Makineros. "Siempre así, esima, esimisimisima", que dicen ellos. Cuando no hay letras es más complicado hacer que una crítica parezca larga, así que agradezco el intento.

Y parece que no, pero estamos a la mitad ya, vuela un poco el disco. La primera vez que digo eso en este blog, sin duda. "Hungarian" no necesita mucha presentación, es una versión aggrotech industrial de Brahms. Todo lo que diga sobre ella no va a hacer justicia al resultado final. Es una fiesta en tu tímpano.

"I'll Fly Away" es un poco más relajada y ambient, una vuelta más al terreno de los créditos de inicio. Aquí el homenaje es a la India, y la verdad es que es bastante poco destacable. Similar es "Dream Star", que usa un leitmotiv de algo que no logro identificar y que me va a estar torturando durante semanas (P.S: era el vals de las flores de "El Cascanueces"). Es que los títulos podrían ser más indicativos, maldita sea, como pasaba con "Hungarian". El caso es que "Dream Star" es la canción más larga del disco, y se nota bastante.

La famosa "Danza del Sable" de Khatchaturian es la inspiración de "Highly Strung", que mola más de lo que debería. Es como rockabilly new wave pero con ballet ruso por encima. Es muy intensa y me está provocando temblores en las piernas. También dura más de lo que debería, pese a durar un minuto menos que la anterior, y acaba por convertirse en muy irritante.

"Adagio for Strings" gracias a Dios se refiere directamente a la obra de Samuel Barber, banda sonora de todas las muertes trágicas de la historia del cine, solo que alguien decidió ponerle una batucada de Carlinhos Brown para remarcar el patetismo de la melodía. Al cuadragésimo octavo golpe de tambor te quieres volar la cabeza. Por su parte, "Señorita" no es una versión del clásico de Abraham Mateo, si no más bien de la "Habanera" de Bizet. Una especie de reinterpretación oscura a lo Christopher Nolan.

En fin, Classified son cuatro chicas monas y sus instrumentos de cuerda convirtiendo las melodías más famosas de la música clásica en bandas sonoras japonesas. Muchas señoras se han ganado la vida así: Vanessa-Mae, Lindsey Stirling, y ahora Bond. James Bond. Sé que hay mucha gente a la que le gusta eso pese a su limitado valor artístico. Bond no es mejor que otras alternativas, pero tiene su público y su momento.

VALORACIÓN: No levanto la tapa porque es con diferencia el mejor disco que se ha reseñado aquí por el momento. El inicio es bastante espectacular y no aburre hasta que pasan unas cuantas canciones. Incluso las cosas que no pegan ni con cola tienen su encanto. No es para mí, pero tiene la capacidad de gustarle a la gente de manera no irónica. Así que si alguien lo quiere, lo vendo por 200€.


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