lunes, 11 de julio de 2016

Hardcute Ukelele - En lo más alto (2014)


He de confesar que soy muy fan del género musical "peña que grita". Dentro del cual, el subgénero "chicas que gritan" sería el que más me tira. Y el grupo del que voy a hablar hoy es un gran exponente de ese género en nuestro país. No por nada, como atestigua el título de este trabajo, han llegado a "lo más alto". Este dúo sevillano comenzó en 2012 con un hito del que no paran de presumir (lo mencionan en todas sus redes sociales... y no es para menos): ganaron un jamón en un concurso de versiones. Se ve que la grasilla del cerdo no las hizo apalancarse sino que las recargó de energías y para el siguiente año ya habían sacado una suerte de EP titulado "En lo alto", con 5 temas que se regrabarían y sumarían a otros cuatro en este "En lo más alto".

En esta entrada me centraré en "En lo más alto" porque incluye más canciones, aunque lo cierto es que hay una diferencia de calidad en la producción respecto a "En lo alto" que hace que se pierda parte de la esencia pura e improvisada de las jarkiut. Tampoco importa demasiado, porque, aunque enlazaré todas las canciones a su vínculo de bandcamp (en donde se puede encontrar todo lo que han hecho), aportaré también algunos de sus excelsos videoclips de Youtube, que recogen de forma perfecta lo que esta banda puede aportar al mundo de la música. Va, dejo de adelantar y me meto ya al análisis de Hardcute Ukelele. Descended conmigo a este mundo de ukeleles gritones.
A nuestra izquierda, La Niña Pájaro, triste por consumir ya su trofeo.
A su lado, Rosa Ponce, posando gustosa ante la inminente pitanza.
Debajo, el jamón.
Que yo sepa, Michael Jackson nunca ganó ninguno.
¿Y qué nos encontramos en este disco? Pues versiones de canciones, más o menos icónicas, adaptadas mediante la primorosa y particular traducción (ya veréis, ya) de estas dos chicas. Al necesario ukelele y la voz principal se encuentra La Niña Pájaro, que suele ocultar tras unas gafas fabulosas su identidad secreta a pesar de que cuando se las quita tampoco sé muy bien de dónde ha salido esta chica. Los ritmos y algún espontáneo coro los lleva Rosa Ponce, que también le ha dado a los tambores indies de Tigres Leones

La primera canción, En lo alto, adapta la mítica Over the rainbow. Probablemente penséis que es algo típico. Esta canción es lo que te enseñan en primero de ukelele, y que un grupo con este instrumento como principal la toque podría parecer poco innovador. Sin embargo, os invito a que escuchéis el ritmo punk que le impregnan las jarkiut, en un despliegue en el que podréis conocer ya varias de sus señales de identidad: un comienzo espontáneo e imprevisto, ritmos acelerados, gritos inesperados de Rosa Ponce en cualquier hueco que la canción permita rellenar y una traducción quizá poco ortodoxa. Algunos de estos aspectos los analizaré mejor después para otras canciones. Total, os adelanto que mucha variedad no va a haber. Me centraré por ahora en hablar de la forma casi imposible que tienen de hacer que la combinación de esas características dé como resultado un tema que se parezca tanto al original como la Leticia Sabater de los 90 se parece a la de ahora. Pero sincerémonos, a nadie le convencía el tono ingenuo de Judy Garland. Y, por lo menos, en ésta deciden cantarla en inglés al final como orientación. No habrá tanta suerte para los despistados en las que se vienen.

Mi tema favorito es este segundo, Mi novio ha vuelto, que parte de My Boyfriend's Back. El original de The Angels es rebelde y desafiante desde una candidez que, por lo que sea, nuestras artistas no han querido respetar. Así, su letra adaptada comienza diciendo directamente "mi novio ha vuelto y te vas a cagar", e incluye cosas como "dijiste que yo hice unas cosas muy guarras" que bueno, al cabo es lo que pretenden decir las artistas originales con "you've been spreading lies that I was untrue". Como la versión de este disco no incluye la fantástica introducción, voy a aprovechar y estrenarme con ésta en lo de poner sus videoclips de YouTube. Como con las canciones, mucha variedad no va a haber en lo referente a los vídeos, que son bastante similares aunque de calidad. Lo que aporta la diversidad en ellos es el uso de efectos especiales, pero no estoy seguro de que podáis distinguir la sutil inclusión de los mismos por lo realistas que resultan.


En San Francisco, basada de alguna manera y con mucha imaginación en la canción homónima de Scott McKenzie, lo más destacado son los gritos de "people in motion" en mitad de la canción. Uno de los múltiples motivos por los que me gustaría acudir a uno de sus conciertos es saber si realmente en momentos como ése el público enfervorizado que grita al tiempo que ellas está más o menos afinado o sincronizado que ellas mismas.

Pero si pensabais que Hardcute Ukelele eran incapaces de hacer una canción triste, la siguiente canción, El niño muerto, viene a demostrarnos que... de aquella manera. La canción original, Seasons in the sun de Terry Jacks (adaptada a su vez de Le Moribond de Jacques Brel, también muy libremente... que esto no lo inventaron las jarkiut), mezcla la tristeza del fondo con un cierto tono de alegría nostálgica. Nuestras chicas decidieron que tampoco pasaba nada por dar un paso más allá y levantarle del todo el ánimo a la canción con alegres gritos como "qué duro es morir", que conmoverían al mismísmo Luixy Toledo.

Y es que el estilo de Hardcute Ukelele es ir siempre un paso más allá. Por ejemplo, en la quinta canción decidieron adaptar Turning Japanese de The Vapors, que ya podría rozar lo políticamente incorrecto hoy en día por la clase de cosas que en ella se identifican con Japón. Ellas la convirtieron en Me he vuelto chino. Y creo que es una ocasión suficientemente especial como para poner otro de sus vídeos. En éste La Niña Pájaro aparece sin gafas, en un intento de que podamos apreciar que el maquillaje trata de rasgarle los ojos. Se realiza sin duda un gran despliegue en la ambientación oriental de este videoclip. Hasta se menciona a los Power Rangers sin que estén presentes en la canción original, porque bueno, algo tendrá que ver.


Y al fin llegamos a Hello, la adaptación de la canción de Lionel Richie gracias a la cual ganaron un jamón en un concurso. Lo cierto es que aquí parece que varíen un poco su estilo. Hasta parece que la canten con cierto sentimiento, aunque por supuesto sin romper demasiado su ritmo característico así como su actitud impertérrita. Aunque no es muy representativa, si les sirvió para adquirir ese mítico jamón con el que comieron de la música por lo menos una vez en su vida, yo estoy contento.

Entrando en la recta final está Baby, que no es otra cosa que la versión jarkiut de Be my baby de The Ronettes. Recuperando su vocación por los grandes clásicos, destaca el atropellado final en el que entre las dos hacen una gran multitud de coros en inglés con gran estilo. Voy a poner el videoclip, a pesar de que tiene ciertos problemas técnicos y de que prefiero la versión de bandcamp, sólo porque en él presumen del famoso jamón.


Otra de mis preferidas de este disco es El Titanic, adaptación de la canción popular It was sad when the great ship went down. Con este tema Hardcute Ukelele se mete de lleno en lo más profundo del folk y, como era de esperar, consideran que ya hay demasiados males en el mundo como para darle un enfoque triste a una canción sobre una tragedia como ésta. Así, dispuestas a regalarnos una sonrisa, sustituyen el estribillo por "¡qué penita que el barco petó!" y cantan con toda la euforia versos como "a los pobres encerraron y murieron ahogados". Sin duda, uno de los temas más bailables, especialmente si tienes un whiskey XXX en una mano. Si quieres, aparte de sus gritos, puedes incluso imaginarte los de cientos de personas muriendo acompañarlas desde el fondo del océano. Me gusta pensar que, ante semejante ritmo, los fallecidos en el Titanic se habrían prestado a donarles sus estertores para enriquecer el cantar de las jarkiut. Así de poderosa es su música.

El disco se cierra apoteósicamente, con El ciclo de la vida. En efecto, también se atreven con Disney, concretamente con la mítica canción de El rey león. Un disco fundamentado en gritos como éste no podía carecer de uno de los más destacados chillidos de la Historia de la música. Yo creo que cerraron el disco aquí porque no podían superarse tras haberlo dado todo con esta canción, como atestiguan los coros a varias voces en los que Rosa Ponce da rienda suelta a todos sus conocimientos de suajili.

Así que eso es todo del disco más largo que Hardcute Ukelele ha editado hasta el momento. Lo sé, se hace poco, pero al menos es intenso. Si queréis más, os invito de nuevo a bichear su YouTube, que tiene algunos temas no publicados en otra plataforma y que de cuando en cuando usan también para subir canciones en ocasiones especiales, como villancicos o su versión del himno de Andalucía. Además, estamos todos de suerte y debemos regocijarnos con ímpetu y dicha, ya que, tras dos años de ausencia tras la salida de este trabajo, recientemente han reactivado sus redes sociales y han subido algún vídeo nuevo a YouTube, dejando noticias tan buenas como éstas...
Cómo me gustaría ser de
Cabezón de la Sal
en momentos como éste.
Esperemos que estos indicios de reactivación del proyecto lleven pronto a un nuevo trabajo que podamos disfrutar, ya que los discos anteriores serán bastante difíciles de encontrar por tratarse de autoediciones.

Porque, sí, puede que éste sea un grupo que se dedica a explotar los mismos ritmos y acordes, resultando en canciones repetitivas, y que sus integrantes tengan tan poca energía que apenas se mueven del sitio para tocar, pero bueno, AC/DC ha aguantado lo suyo, ¿verdad? Y qué demonios, estas chicas representan perfectamente lo que supone el espíritu del ukelele: un instrumento pequeño, barato y fácil de dominar a un nivel usuario. El símbolo de que todos podemos hacer música, sin importar las consecuencias. El alma tangible de este blog. En definitiva, el ukelele es la democracia hecha instrumento. Y Hardcute Ukelele, que siendo dos chicas que se graban con medios pobrísimos y cantan a destiempo han conseguido dar conciertos y hasta ganar un jamón, representan todo lo que un ukelele puede dar de sí. 

VALORACIÓN: Pero si las quiero mucho. Bajo la tapa y me quedo bailoteando mientras se hunde el Titanic. 

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