Esta es una ocasión especial. Puede que ahí fuera, más allá de nuestras ventanas, exista un virus haciendo jirones los pilares de la sociedad, pero tenemos un plan para combatirlo. Como cada año, nuestro panel experto se ha reunido, y nuestras ocho excelsas mentes han configurado un escuadrón de élite de rebuznadores, esperpentos, poligoneras, mocosos relamidos, y Jon Sudano. Puede que no tengamos éxito contra el COVID, pero al menos la humanidad se extinguirá sabiendo que, haya lo que haya después de la muerte, no será peor que lo que hay antes.
En nuestro quinto aniversario se han dado lugar las habituales faltas de respeto entre nuestro jurado. Particularmente comunes han sido las acusaciones de terrorismo y el recuerdo de los antepasados fallecidos de aquellos que han eliminado a alguien con quien no estábamos conformes. También el ocasional y sucinto "imbécil". Pero no quisiera quedarme con la amargura del odio, si no con el grito reivindicativo de Adri, que al ser preguntado por una frase que resumiera todo el proceso, pronunció las siguientes palabras: