miércoles, 12 de julio de 2017

Nivel 3 - Nivel 3 (1999)


No es este mi trabajo fotográfico más inspirado, pero si sirve de consuelo, siempre que tengo que subir yo la portada al ciberespacio porque nadie en internet ha tenido constancia de la existencia de un disco, significa que el material con el que estamos tratando es prácticamente uranio enriquecido.

Nivel 3. 3 son los integrantes, supongo, ¿pero por qué "Nivel 3"? ¿Por qué no Nivel 4? ¿Acaso el peluquero que perpetró las atrocidades capilares a los dos mozalbetes de la derecha se levantó una mañana, vio lo que había hecho, y decidió beber anticongelante, así que decidieron no aumentar el número de integrantes del grupo para evitar más fatalidades? ¿Por qué el de la izquierda (Diego, por si queréis mandar correspondencia) tiene un peinado relativamente normal? ¿Y dónde están? ¿En alguna especie de rascacielos escheriano, con tubos de metal no ortogonales a ningún plano y paneles de cristal en el suelo? Tantas preguntas, y acabamos de empezar.

jueves, 6 de julio de 2017

Amistades Peligrosas - La Profecía (1996)


Amistades Peligrosas, ese dúo español que es santo patrón de la tensión sexual no resuelta, a menudo queda denostado por los más sibaritas que los consideran un atentado al buen gusto. Es difícil llevar la contraria a tal opinión echando una ojeada a la portada de este su tercer álbum. Un montaje fotográfico renacentista, que bien podría ocupar el lugar central del comedor de un mesón alpujarreño, y que nos muestra a una deformada Cristina, cuyo torso atiende a proporciones dignas de los peores trabajos de Rob Liefeld, y a Alberto Comesaña, que nos mira concupiscente con esa corona dionisiaca de laureles. Pero toda descripción que pueda hacer yo palidece en comparación con la de Wikipedia, claro:

En la portada del álbum aparecen retratados los integrantes del dúo, Alberto Comesaña y Cristina del Valle, como si se tratara de una pintura clásica. Ambos llevan túnica: ella, color amarillo ocre y él, roja. Ella mira intensamente y apoya su mano izquierda sobre sus ricas tetas; él mira maliciosamente (en fase de excitación), porta en la cabeza una corona abierta de hojas de laurel y extiende su brazo derecho por detrás de ella con el dedo índice apuntando hacia arriba. Como fondo se ve una planta y parte del follaje de un árbol.