Diez años han pasado ya. Diez años desde que un puñado de personas desocupadas, con nada en común —salvo la edad aproximada, el lugar de origen, los estudios superiores así mayormente, y un interés preocupante por escarbar en los pantanos de la iniquidad musical— se reunieran para seleccionar, a tontas y a locas, diez nombres a los que encumbrar a la eternidad. Desde entonces, cada año, cuando llega el calor y, en palabras de nuestras eternas Sonia y Selena, los chicos se enamoran, el Hall of Fame de Levantar la Tapa abre sus imaginarias puertas para acoger en su incorpóreo seno a unos cuantos elegidos para el Valhalla.
No es tarea fácil. Se han vertido insultos. Se han deseado enfermedades al prójimo. Se ha especulado con votos, se ha comerciado con vetos, se ha sucumbido a la confusión, y se han perdido vidas, vidas humanas. Pero aunque la fumata de nuestro cónclave siempre luce rojo sangre, al menos el consenso fue que el sacrificio no ha sido en vano. 2025 inscribe seis nuevos nombres en letras de oro, seis artistas (porque reconozcámoslo, nuestro inmortal es todo un artista en lo suyo) que hoy ya son parte de nuestra eternidad.
Aquí están...